Laura Molina Psicología

Terapia infanto-juvenil

Un espacio donde expresarse libremente y sentirse comprendido/a.

¿En qué consiste la terapia infanto-juvenil?

A lo largo de la infancia y la adolescencia, es normal atravesar momentos difíciles. A veces cuesta entender lo que pasa por dentro, ponerlo en palabras o saber cómo manejarlo, sobre todo en estas etapas marcadas por el cambio. La psicoterapia puede ayudar en las etapas de infancia y adolescencia a conocerse mejor, gestionar las emociones y adquirir herramientas para afrontar los retos que la vida plantea de una forma más consciente y equilibrada.

¿En qué os puedo ayudar?

Algunas de las problemáticas que suelo tratar con niños/as y adolescentes son:

● Ansiedad, miedos, fobias, obsesiones

● Estrés académico

● Bajo estado de ánimo y depresión

● Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), relación con la comida y con la imagen corporal

● Acompañamiento en dificultades académicas y de aprendizaje (Dislexia, TDA, TDAH)

● Gestión emocional

● Autoestima e inseguridades

● Duelos y pérdidas

● Problemas de conducta e impulsividad

● Acoso escolar

● Habilidades sociales

● Apego y dependencia emocional

● Trauma

● Trastornos del sueño

● Problemas de relación con iguales y/o familiares

● Acompañamiento en la separación de los/as progenitores

¿Cómo es el proceso terapéutico infanto-juvenil?

● Primer contacto: Te contacto para resolver dudas, conocer el motivo de consulta y agendar la primera sesión. Podrá ser a través de teléfono, Whatsapp o correo electrónico, según lo que prefieras.

● Primera sesión (1 hora): Me reúno con los/as progenitores o tutores/as para comprender la situación del niño/a o adolescente. Recogemos la información necesaria para conocer el motivo de consulta y establecer objetivos realistas del proceso terapéutico.

● Siguientes sesiones (1 hora). Comenzamos el trabajo terapéutico con el/la menor adaptando las dinámicas a su edad y necesidades. Durante el proceso, se podrán programar sesiones con los/as progenitores o tutores/as para compartir avances, resolver dudas o trabajar aspectos específicos del contexto familiar, respetando siempre la confidencialidad del menor.

● Frecuencia. Al comenzar el proceso terapéutico, suelo proponer una frecuencia semanal, que iremos ajustando progresivamente a quincenal o mensual según la evolución y las necesidades del menor.

● Duración. La duración del proceso terapéutico variará en función de la familia y el motivo de consulta.

MODALIDADES

PRESENCIAL

C/ Ibaigane, 15, 1º Dpto. 4, 48930, Getxo (Bizkaia)

ONLINE

A través de métodos seguros y confidenciales

ES